
Desde que salió a la calle, el libro “Dieta y Cáncer”, de Julio Basulto y Juanjo Cáceres (con la colaboración del pediatra Carlos González) se ha transformado en un éxito de ventas.
Escrito en un lenguaje sencillo (aunque a veces un poco demasiado científico), el libro explica la relación entre la forma en la que nos alimentamos y la posibilidad de desarrollar cáncer.
Y más importante, desmiente uno por uno varios de los mitos sobre la relación entre la alimentación y la enfermedad.
Después de leerlo, extrajimos estas diez lecciones:
- Tu alimentación ayuda a prevenir el cáncer, no a curarlo.
- Una buena alimentación ayuda a disminuir la posibilidad de contraer cáncer, pero no es garantía de que lo evitará.
- Una vez diagnosticada la enfermedad, lo más importante es el tratamiento, no la alimentación.
- La leche materna es para los bebés. No previene ni cura el cáncer en adultos.
- Las terapias “alternativas” no curan y pueden empeorar la situación.
- Para prevenir el cáncer es más eficiente dejar el alcohol, el azúcar y los alimentos procesados que adoptar hábitos saludables. Es decir, mejor dejar lo “malo” que adoptar lo “bueno”.
- El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo, pero tratarlos y evitarlos requiere mucho más que la “buena voluntad” y la “constancia” de la persona obesa o con sobrepeso.
- ¡Muévete!
- Si no puedes dejar de fumar, pide ayuda.
- Cuando te cures, sigue con tus buenos hábitos.