Viernes en la mañana. Papá y mamá dormían. Manuel se levantó temprano y decidió hacer unas arepas. Salieron irregulares y secas. Y les faltaba sal. Pero fueron las mejores arepas del mundo.Fueron las mejores arepas del mundo, porque siendo un pre-adolescente de 12 años tomó la decisión responsable y adulta de resolver su desayuno y el de su familia.
Fueron las mejores arepas del mundo, porque puso en ese esfuerzo lo mejor de sí mismo, su mejor voluntad y sus raíces culturales.
Fueron las mejores arepas del mundo, porque equivocándose aprendió, porque no tuvo miedo de fallar, porque enfrentó un obstáculo y lo resolvió.
En esas arepas estaban los 10 años que hace que cocina en familia, desde aquel primer día en que sus dos ojazos morenos aparecieron detrás de la puerta para preguntar: “¿te puedo ayudar?”.
Esas arepas dicen “estoy creciendo, me estoy preparando para enfrentar el mundo, puedo hacerlo y lo voy a hacer bien”.
Secas, irregulares y desabridas, esas arepas son un paso más hacia su independencia, hacia sus propias decisiones, su propia vida.
Las mejores arepas del mundo.
¡Me encanta! A mis hijos de 12 y 9 años también se han animado a entrar en la cocina, y sus arepas (con forma de corazon, cuadradas, ovaladas y medio rendondas) han sido mundiales. Mis niños también hacen sus “resuelves” alimenticios. Gracias por todo José!
Gracias a ti, Zoraida! Esa es la idea, que se metan a la cocina, que inventen, que resuelvan. Los mejores deseos para 2017 para ti y tu familia.
Gracias..! Bendiciones para ti y la familia!